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La tala ilegal se ha triplicado en las zonas de hibernación de la mariposa monarca en el centro de México, revirtiendo varios años de mejoras constantes, según anunciaron el martes los investigadores.
Casi toda la pérdida se produjo en una sola aldea rural del estado de Michoacán. Los madereros talaron 19 hectáreas de árboles en San Felipe de los Alzati desde la reunión de mariposas del año pasado. En total, se perdieron 21 hectáreas de bosque en la reserva, incluidas las pérdidas debidas a la sequía o las plagas.
Es la cifra más alta desde 2009, muy por encima de las 8 hectáreas perdidas en 2014, según el anuncio del Fondo Mundial para la Naturaleza y el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México. La pérdida de 2014 fue de unas 12 acres (5 hectáreas) debido a la tala y 8 acres (3 hectáreas) a la sequía.
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Tala ilegal
La tala ilegal se redujo casi a cero en 2012, y los expertos destacaron que 31 de las 32 comunidades de la reserva habían mantenido la tala a niveles muy, muy bajos.
El dosel del bosque es una especie de manta contra el frío para las masas de mariposas anaranjadas y negras que forman enormes grupos en las ramas de los árboles durante su estancia invernal en México.
La pérdida de ese hábitat es sólo una de las amenazas que se ciernen sobre la asombrosa migración de las mariposas a través de Canadá y Estados Unidos hasta México. La migración es un rasgo hereditario: Ninguna mariposa vive para hacer el viaje completo de ida y vuelta, y no está claro cómo encuentran la ruta de vuelta a la misma parcela de bosque de pinos cada año. Algunos científicos sugieren que las mariposas pueden liberar sustancias químicas que marcan la ruta migratoria y temen que si su número disminuye demasiado, los rastros químicos no sean lo suficientemente fuertes para que otros las sigan.
Este año, las mariposas que llegaron a las zonas de hibernación cubrieron 1,13 hectáreas (2,79 acres), lo que supone un repunte del 69% respecto a las 0,67 hectáreas (1,65 acres) del pasado mes de febrero, que fue el más bajo desde que se empezaron a llevar registros en 1993. Las mariposas se agrupan tan estrechamente que se cuentan por la superficie que cubren, en lugar de por el número de individuos.
En su punto álgido, en 1996, las monarcas cubrían más de 18 hectáreas en las montañas del oeste de Ciudad de México. Pero la tendencia general desde entonces ha sido un declive pronunciado y progresivo. Cada vez que las monarcas repuntan, lo hacen a niveles más bajos. La especie se encuentra en muchos países y no está en peligro de extinción, pero los expertos temen que la migración pueda verse interrumpida si muy pocas mariposas realizan el viaje de 5.470 kilómetros.
Las comunidades agrícolas de la reserva montañosa, en su mayoría indígenas, han recibido fondos de desarrollo del gobierno a cambio de preservar la reserva de 56.259 hectáreas (139.000 acres) en las montañas del oeste de Ciudad de México, que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad. Algunas de las comunidades obtienen ingresos de las operaciones turísticas o de los viveros de reforestación para cultivar y plantar arbolitos. La financiación para el caserío de San Felipe de los Alzati se ha suspendido temporalmente debido a la tala de árboles en ese lugar.
El hecho de que la mayor parte de las pérdidas del año pasado se produjeran también en San Felipe indica que el problema es cada vez mayor, dijo Omar Vidal, director del Fondo Mundial para la Naturaleza en México.
«El gobierno tiene que intensificar la aplicación de la ley y empezar a hablar más seriamente con esta comunidad, para averiguar las causas» de la tala, dijo Vidal. Algunas comunidades se han quejado de que madereros externos -a veces armados- invaden los bosques locales sin el consentimiento de la comunidad. Otras talas, sin embargo, han sido obra de lugareños con pocas oportunidades de trabajo».
Después de que la tala ilegal derribara cientos de hectáreas de árboles en la reserva entre 2003 y 2006, las autoridades tomaron medidas contra los aserraderos ilegales y aumentaron los incentivos para animar a las comunidades a conservar los bosques.
México
«El principal problema de México es la falta de protección», dijo el escritor y activista Homero Aridjis, quien señaló que algunos funcionarios de la reserva fueron reemplazados y que el Presidente Enrique Peña Nieto nombró recientemente a su primo, Alejandro del Mazo, para dirigir la agencia que supervisa las reservas naturales de México.
