Contenido
Las polillas forman parte del ecosistema, pero cuando invaden la despensa o el armario se convierten en un verdadero problema. La buena noticia es que con un plan claro y algunos hábitos sencillos puedes cortar el ciclo de vida de larvas y adultos, proteger tu ropa y evitar que vuelvan. Aquí te daremos una serie de consejos útiles para eliminar a las polillas del hogar de forma efectiva, los cuales te permitirán tener un hogar ordenado y una convivencia respetuosa con estos lepidópteros.

¿Cómo identificar qué polillas tienes?
Antes de actuar necesitas saber con qué lidias. En casa suelen aparecer dos grupos: polillas de la despensa y polillas de la ropa. Las primeras atacan harinas, cereales, frutos secos o comida de mascotas; las segundas dañan fibras de origen animal como lana o seda porque sus larvas se alimentan de queratina. Incluso la Tineola bisselliella es citada como la especie clásica de los armarios. Distinguirlas acelera el control y te evita tratamientos inútiles.
Señales en la despensa
En alimentos secos verás grumos pegajosos, hebras sedosas, pequeños capullos y, a veces, orugas claras con cabeza oscura. Los adultos vuelan alrededor de la luz de la cocina al anochecer. Si al abrir la bolsa de harina notas hilos como telarañas y granos apelmazados, actúa de inmediato: es un síntoma típico de infestación en curso.
Señales en el armario
En tejidos aparecen agujeritos irregulares, pelusilla arenosa y capullos pegados a costuras o dobladillos. Los adultos son pequeños, beige o dorados, y huyen de la luz. Cuando detectes un área con orificios y restos sedosos, sacude y cepilla esa prenda al aire libre para desprender huevos y larvas, y prepara un tratamiento térmico.
Plan de acción para eliminar polillas del hogar de 24 a 48 horas
Si quieres cortar el ciclo es importante empezar fuerte. Por eso, este plan actúa sobre larvas y huevos, que son quienes causan el daño. Los adultos apenas comen, pero sí ponen huevos, así que también conviene capturarlos. Organiza tu intervención por zonas y prioriza higiene, calor o frío y contención.

Eliminar polillas de la despensa
Empieza por vaciar por completo estantes y cajones. Revisa cada paquete. Descarta sin dudar cualquier alimento con señales de larvas, hilos o capullos. Limpia a fondo superficies y juntas. El vinagre blanco es útil para pasar un paño, ya que su acidez cambia el pH de la superficie y reduce la viabilidad de huevos y larvas; evita aplicarlo sobre piedra natural, madera delicada o metales susceptibles. Cuando termines, saca la basura al exterior.
No vuelvas a verter alimentos en sus bolsas. Tras la limpieza, guarda los cereales, pastas, arroz, frutos secos o comida de mascotas en recipientes herméticos de vidrio o plástico rígido. Esto impide que las larvas perforen envases finos y corta futuras infestaciones.
Finalmente, coloca trampas con feromonas para capturar adultos y monitorizar la zona. No resuelven solas el problema, pero ayudan a reducir reproductores y a detectar picos de actividad.
Eliminar polillas del armario
Separa la ropa por tipo de tejido. Lo que soporte temperatura alta se lava con agua caliente y se seca con calor máximo permitido por la etiqueta. El calor intenso destruye huevos y larvas. En prendas delicadas o que no admitan lavado, recurre al frío: bolsa hermética y congelador 24 horas bastan para inactivar fases inmaduras.
La tintorería es alternativa para piezas especiales. Si tienes dudas entre calor o frío, prioriza lo que indique la etiqueta y alterna ambos en tandas; el objetivo es romper el ciclo, no estropear la prenda.
Aprovecha para aspirar armarios, zócalos, grietas y estantes, prestando atención a rincones poco accesibles donde suelen depositar huevos. Vacía la bolsa de la aspiradora de inmediato para no reintroducir larvas.
Prevención a largo plazo contra las polillas
Una vez recuperado el control, la constancia evita recaídas. Piensa en tres frentes: orden, barreras y ambiente.
Mantén la despensa limpia y sin restos. Verter el contenido de las bolsas recién abiertas en botes herméticos antes de guardarlo reduce muchísimo las oportunidades para las polillas de la comida. En el armario, no guardes prendas sin lavar; el sudor y los restos de comida son un imán para las larvas. En cambios de temporada, empaqueta la ropa menos usada en bolsas o cajas herméticas y elige zonas frescas, secas y ventiladas. Este combo desanima la puesta y entorpece el desarrollo larvario.
Completa con inspecciones mensuales de esquinas y dobladillos, y repasa alfombras o tapices con aspiradora. Si traes alpiste, pienso o frutos secos a granel, aísla en recipientes cerrados desde el primer día para evitar introducciones accidentales.
En pocas palabras, lo que tienes que hacer es identificar el tipo de polillas, ejecutar un plan de acción de calor o frío junto a una buena limpieza y, a partir de ahí, aplicar hermeticidad y orden. Con una buena vigilancia periódica y contención inteligente, la despensa terminará recuperando la calma y el armario volverá a oler a limpio.
Polillas y mariposas Información acerca de insectos voladores